Una de las cosas que caracteriza a la capital Británica es la diversidad cultural, Londres ha acogido desde hace siglos a multitud de gente de distintos lugares del mundo, teniendo así una gran diversidad y riqueza cultural que podemos disfrutar en sus calles.
En tu visita a Londres disfrutarás de arte callejero por cualquier sitio, en forma de pinturas, esculturas o música. Una de las cosas que me encantó fueron sus graffitis. La mayoría de ellos esconde, tras sus colores, una segunda segunda historia ¿Te los vas a perder?
Aunque les puedes ver en cualquier punto de la ciudad, es cierto que en la zona de East End, uno de los barrios más alternativos de Londres y un referente mundial del arte urbano, encontrarás mayor concentración de ellos. Si paseas por la calle Brick Lane, disfrutarás de multitud de obras de arte callejeras. Los graffitis son un arte efímero, en constante cambio, por las noches el barrio se reinventa. Debido a esto no podemos estar seguros de que vamos a encontrar uno en concreto, puede que otro artista haya pintado encima de el. Entre sus autores destacan:
Banksy, durante mucho tiempo vivió en la calle, ahora ha alcanzado fama a nivel mundial. Mediante su arte hace una clara denuncia social y expresa la vulnerabilidad del ser humano entre otras cosas.
Las obras del chileno Otto Schade son famosas por ser creadas aparentemente a partir de ovillos de lana
Si veis un graffiti de un animal gigante es muy probable que estéis ante una obra del artista belga Roa
Manera diferente de crear es la que tiene Alexandre Farto, quien introduce pequeñas cargas explosivas en la pared, posteriormente lo cubre con yeso, cuando se ha secado detona la carga y ¡BOOM! se produce la obra de arte. Os dejo el enlace de un pequeño vídeo para que lo podáis ver.
Citizen Kane decora las calles mediante coloridas esculturas para decorar paredes aburridas, con cierta influencia asiática.
En la City de Londres podemos encontrar pequeños monstruos,en forma de escultura o de murales, obra del alemán Ronzo. Su finalidad es dar una visión apocalíptica de la realidad con un toque de humor. Su obra más representativa es una imitación del símbolo de la City, sustituyendo los dragones por sus famosos monstruitos.
Pero el arte callejero no se reduce a graffitis y esculturas, y es que en cualquier rincón podemos encontrarnos con música de diferentes registros que nos animarán el día, aparca a un lado las prisas y el estrés y párate a disfrutar y valorar estos improvisados conciertos.
Muchas veces por ir con prisas no nos fijamos en los detalles y nos perdemos gran cantidad de particularidades. Pues bien, si cruzáis por el puente del Milenio que conecta la catedral de San Pablo con el TATE modern, debéis fijaros en el suelo. El artista Ben Wilson, conocido como Chewing Gum Man, aprovecha los chicles pegados que la gente tira y los pinta. Jugando con las formas que estos ofrecen ya ha pintado más de 400, en forma de marcianos, animales, personas…
Espero que este artículo os haya servido para comprobar que el arte en Londres se encuentra en cualquier rincón, solo tenemos que apreciarlo ¡Hasta la próxima semana!
Este post es obra original de Estefanía Arranz